Conseguir la composición corporal más adecuada supone una ventaja para la competición en la mayoría de los deportes. En este sentido, los deportistas que buscan mejorar su fuerza relativa o su eficiencia, precisan un peso óptimo y el mínimo peso graso y la máxima preservación del peso muscular. El secreto del éxito es conseguir una buena calidad del entrenamiento durante la pérdida de peso, y la mejor condición física para la competición.
Por otro lado, la incorporación de la actividad física en los programas para perder peso en personas que presentan obesidad o con sobrepeso es indispensable.
En ambas situaciones la estrategia nutricional más idónea será aquella capaz de mantener, o si cabe, mejorar el rendimiento, tanto en los entrenamientos como en la práctica del ejercicio físico que conviven con el periodo de dieta. Así como en las competiciones en los deportistas, que son las que motivan el ajuste de peso.